viernes, 4 de diciembre de 2009

Artículo periodístico

Como artículo he decidido realizar un artículo de opinión, en concreto, una crítica al dinero que mueve el fútol y su influencia social.
Cuando nace un bebé, el mayor interés que se tiene si es niño (por parte de los adultos) es hacerlo de un equipo de fútbol determinado.
Hoy en día, los equipos que más mueven la sociedad son el Madrid y el Barcelona. Incluso en otras ciudades donde tienen el propio equipo que les representa (como es el caso del Málaga) pertenecen a los dos equipos mencionados anteriormente. En mi opinión, el motivo es por ser los mejores equipos de fútbol. Sin embargo, no se dan cuenta que es a estos equipos a los que dan su dinero a cambio de nada, que son muchas de las personas que más cobran para invertirlo en ellos mismos... Entonces, ¿por qué existen tantos enfrentamientos entre los aficionados de los distintos equipos existentes? ¿Por qué los defienden como si se les fuese la vida en ello llegando en muchas ocasiones al daño verbal y psicológico?
Todo ello me hace pensar que no se puede tratar al fútbol como un deporte más, por toda la influencia que éste conlleva.
Pero no acaba aquí mi opinión y crítica hacia este deporte. El dinero es una de las cuestiones más importantes. El fútbol es el deporte que más dinero mueve entre los futbolistas y socios directos de los distintos equipos (presidente, entrenador...). Con este dinero se podrían hacer muchas mejoras en el mundo, sobre todo, hago mención a la reconstrucción y ayuda a muchos pueblos marginados de nuestros propios países, sin ir más lejos. Solo algunos han realizado realmente grandes cosas por estas personas, pero la gran mayoría se dedica a construirse casas que no se recorrerán ni en un año, a comprarse cosas que solo la mirarán el día en el que las compren...
De todo lo anterior realizo una reflexión abierta. ¿Por qué no nos centramos en ser felices con las personas de nuestro entorno y vivir con la conciencia tranquila con respecto a la sociedad en general? ¿Por qué no solucionamos nuestros problemas y nos preocupamos por las enfermedades existentes en el mundo y a nuestro alrededor más próximo? ¿Por qué no reivindicamos a los futbolistas que se preocupen por ayudar en medida de lo posible a otros en vez de pedirles que ganen siempre? ¿Por qué no hacemos del deporte una actividad sana y una forma de hacer amigos en vez de hacerlo un motivo de peleas?
Mi reflexión sintetizada puede ser que tratemos de vivir la vida siendo los más felices del mundo sin entromenternos en la felicidad de otros y haciendo felices a los que podamos. Podemos poner un poco de nuestra parte aún no perteneciendo al gobierno.

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